sábado, 15 de septiembre de 2012

Temas de sociedad

En las relaciones humanas, la mayoría de las diferencias, desacuerdos…, se originan en la falta de entendimiento entre las personas. La comunicación es un arte, exige algo más que un simple intercambio de ideas; se trata también de un intercambio de actitudes, emociones, sentimientos… Cuando nos comunicamos con otras personas, todo nuestro cuerpo habla; por ello, en cualquier conversación debemos observar a nuestro interlocutor: los gestos, el tono de voz, los movimientos, sentimientos… El ser humano comunica consciente e inconscientemente, la expresión de ideas se revela por la transmisión de palabras y la expresión no verbal es la clave del registro emotivo de una situación. Podemos distinguir dos tipos de comunicación: la comunicación verbal y la no verbal.

La comunicación no verbal tiene una gran importancia en el proceso de la comunicación,ya que se trata del lenguaje más primitivo y el más utilizado por el ser humano. La comunicación es el fundamento de la vida, siendo la relación real establecida entre dos o más seres humanos. Es compartir.

Es importante conocer y tener en cuenta los objetivos que tiene toda comunicación:

▪ Comprender a los demás.
▪ Aceptar y ser aceptado.
▪ Transmitir y recibir información.
▪ Dar y recibir instrucciones.
▪ Enseñar y aprender.
La comunicación interpersonal es una de las situaciones de la vida donde hay más posibilidades de llegar a sentir estrés. En ocasiones nos hemos encontrado personas con las que nos es difícil conversar o solucionar problemas sin que nuestro cuerpo se tense y sintamos la imperiosa necesidad de darnos la vuelta y dejarle; en reuniones de trabajo, e incluso en conversaciones en casa, no logramos hacer que nos entiendan, o sentimos que la otra persona está equivocado y no vamos a conseguir llegar a ningún tipo de entendimiento ni de acuerdo, siendo entonces cuando nos damos cuenta de que estamos tensos, nos sentimos frustrados, no sabemos qué decir, pudiendo llegar al absoluto silencio para evitar el conflicto, o a enfrascarnos en una discusión agotadora y acalorada.
Aprender a escuchar

Podremos evitar estas situaciones estresantes, logrando una comunicación más fluida y, por tanto, más eficiente si aprendemos a escuchar.

Saber escuchar es, además de una función biológica, un arte, ya que muy pocas personas saben escuchar. Debemos poner en práctica una serie de pautas que nos pueden facilitar el acto de escuchar:

▪ Mirar a la persona que nos habla.
▪ No interrumpir.
▪ No terminar sus frases con palabras o en nuestro pensamiento.
▪ Realizar una escucha activa y reflexiva.
▪ Proporcionar la empatía con el interlocutor.
▪ No desviar la atención hacia nuestros propios pensamientos.
▪ Aprender a respirar y relajarnos.
▪ Estar atento a la conversación, para saber qué decir en cada momento.

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